Buenos días amiguitos…
En el post de esta semana seguimos añadiéndole detalles al cyborg que os presenté en la anterior.
Comenzamos añadiendo sombras y brillos al brazo. Aunque aún no he tomado la decisión final sobre la situación del foco de luz principal, si puedo ir añadiendo luz a los costados del tronco por ejemplo. De esta forma destacamos la silueta sobre el degradado del fondo (que es bastante oscuro en la parte inferior de la composición).
En el brazo opuesto queda poco brazo que “trabajar”, pero en su lugar hay un hermoso muñón del que sobresalen una serie de metales y cables retorcidos. El resultado de un miembro artificial desgarrado.
La estructura está integrada dentro de los restos del miembro natural. Y en algún punto de su interior el hueso se une a su sustituto metálico. Digamos que es la evolución tecnológica de los tornillos de acero quirúrgico de hoy en día… del tornillo vendrán los huesos sustitutivos.
Queda en el aire el porque de esta sustitución. ¿Se ha hecho tras perder el brazo en un accidente? ¿Se lo ha sustituido por mero capricho de la moda imperante? ¿Por exigencias del trabajo?
Sea lo que sea, en el trabajo de esta semana le he añadido brillos, detalles a la estructura y partes de piel destrozada y colgando.
El flanco del tronco aparece medio desintegrado, con girones de piel y músculo colgando. Dejando bien claro que la explosión ha llegado de esa zona llevándose todo lo que sobresale de el (brazo, pierna, etc).
En cuanto a la amplia espalda más de lo mismo. He pulido ciertas sombras y brillos creando un volumen más pulido en la musculación. Y he añadido “marcas” de uso, en este caso unas feas y sutiles marcas de quemaduras. Los más observadores podréis intuir cierto arco como de una explosión que ha dejado quemaduras y suciedad del explosivo sobre la piel. Y sobre todo he añadido cicatrices frescas de metralla (que ampliaré y agruparé posteriormente para hacer más creible el resultado de la explosión).
He añadido una muy sutil presencia de sangre seca, que más bien pretendo que tenga el aspecto de un moratón. Como si las esquirlas del proyectil hubiesen cauterizado las heridas por si solas. Evito además distraer la atención a un gore que no viene a cuento (supongo que esto que acabo de decir no tendrá mucho sentido cuando veais la próxima imagen).
Este es el aspecto final ha dia de hoy. Queda por decidir el fondo final y detallar ciertas partes con detalles. Pero el impacto final creo que ya esta encarrilado.
Es por eso que el titulo del post de esta semana es “Ecce Homo”… (He aquí el hombre) no solo, porque en el aspecto más vulgar y castellano del termino, el colega aparece hecho un verdadero Cristo. Si no porque empiezo a barajar este título para la obra final, por las connotaciones religiosas que tiene: el cyborg totalmente destrozado, sufriendo por la civilización que le ha mejorado, y por la que se sacrifica. La vida tecnológica como la nueva religión que abrazar, y la cruzada por su defensa frente a lo exterior…
Y sobre todo porque este cuerpo inerte (o no) me resulta la mar de icónico, poético, casi una ascensión o un descendimiento…
Hasta la próxima semana…
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