¡¡Hola de nuevos muchachos!!
Hoy llega el turno de mi nueva lámina mensual… la tercera del proyecto, comencemos.
Durante todos los años que llevo dibujando una de mis características es que casi nunca tengo un plan. No aboceto en la mayoría de las ocasiones (salvo encargos muy precisos o colaboraciones con miembros de un equipo), pero cuando me lanzo a crear algo fresco (por el simple placer de dibujar algo para mi, o en este caso para el proyecto BR4IN) suelo dibujar con “las tripas”.
La única planificación es beber de fuentes cinematográficas, ideas que te asaltan en cualquier parte, fogonazos que te hablan desde una foto, una pose, al doblar una esquina. Os pondré un ejemplo, puedes estar cepillándote los dientes y descubrir que el mango del cepillo tiene una curva perfecta para esa nave que estas planeando dibujar, o para un brazo de una robot, o yo que se.
Puede que por eso sea capaz de quedarme callado horas durante un viaje (con el subsiguiente cabreo de mi acompañante)… porque en cada árbol, en cada cerca, en cada nube o rallo de sol tamizado entre las nubes hay un encuadre potencial, una mecha que se enciende para la próxima idea.
Y en este caso, en esta nueva lámina sucede un poco de este proceso. En su momento me tope con una foto de un gorilón de gimnasio y mi primer arranque fue liarme a reproducir la pose y usar esa hercúlea espalda para cargar sacos de patatas como valla publicitaria. Con un hiriente y cruel “SPACE FOR RENT”, es más aún podéis ver mi gamberrada colgada en mi blog personal… o sea aquí.
Pero de aquel momento “revenge de los canijos del instituto” de hace unos meses la lámina quedo sin terminar del todo, esperando quizás o que algún vigorexico me partiese los morros (llegara el día ya lo veréis) por tamaña ofensa o que algún viejo y delgadito nerd de Silicon Valley me lo comprase para ponérselo en el chalet y devolver los años de bullying como bofetada gráfica.
Pero llego Dora y llegó BR4IN y aquel hombretón encontró una nueva vida, un potencial nuevo comienzo. Pero eso si… no iba a dejarle sin sufrir un ratito (sonrisa macabra).
Todo esta mandanga berborreica ¿para que? Pues para contados que aquí estoy con mi personaje en el monitor. Buscándole una historia, un motivo. Usando las “tripas” como os comentaba más arriba.
Le retiro un brazo porque soy un sádico, y como un crío arrancándole las patitas a una mosca voy dando puntadas al resto. Una prótesis a medio terminar que oculta alguna historia.
¿Es un veterano de esa lucha que establecí hace semanas? Puede ser el embrión de un cartel llamando a las armas con algún slogan potente llamando a la venganza, al sacrifico máximo. Puede ser una imagen de un soldado del mundo hipertecnificado destrozado por una mina mientras un enemigo le observa frío y alegre…
¿O es simplemente un ciudadano normal? Ese vapor post-ducha, ese momento dubitativo, ¿la prótesis es una nueva moda? Llegará un día en que la ingeniería biomédica este aquí… no, para paliar un problema, si no para mejorarnos… ¿porque tener unos brazos normales si puedes tener el último modelo?
En definitiva… tengo un personaje saliendo a un escenario, cabizbajo, buscando su lugar en el mundo… en mi mundo… en el mundo de BR4IN
No existe un plan, solo un burbujeo tras una idea primaria… tengo la suerte de trabajar rápido, pero nervioso como todo lo que hago… no me detengo a pensar, escupo y dibujo… y este es mi escupitajo semanal… ya tendré tiempo en darle un propósito a este cachas 🙂
Por que recordad amiguitos…
“DIOS ESCRIBE RECTO CON RENGLONES TORCIDOS”
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